Sepa qué dicen las principales plataformas electorales

viernes, 29 de mayo de 2009

Parecen una antigüedad. Son textos necesarios, oficiales, con las principales propuestas y modos de ver la realidad. Sin embargo, es como si olieran a naftalina, opacados con las nuevas tecnologías, con las campañas mediatizadas, con el electorado desregulado e infiel a sellos partidarios pero afín a las personas-candidatos. (Baje las principales plataformas aquí)

Aunque no parecieran importar durante el período de campaña electoral, lo cierto es que la función de las plataformas es presentar a la justicia electoral las propuestas más importantes de un espacio partidario. Son, en pocas palabras, la sustancia de los mensajes políticos.

En estas épocas, pareciera que las propuestas políticas o la plataforma electoral son frases bonitas, dichas por un candidato que mira fijo a la cámara sonriendo, o en una casa encerrados los candidatos, parodiados en un programa de televisión. La propuesta política no tiene que ver con el más agraciado en lo físico o con quien mide mejor en las encuestas publicadas. Tiene que ver con el compromiso efectivo frente a la ley sobre lo que realmente se piensa proponer cuando se acceda a un cargo electivo.

Bienvenidos a la realidad, muchachos y muchachas. Las plataformas siguen existiendo y siguen siendo importantes, tanto como necesarias. Lo que no se entiende es por qué no las muestran, por qué no las utilizan para convencer a los electores. Ya sé. Tampoco nací ayer ni empecé ayer en esto. Me van a decir que el electorado quiere escuchar otras cosas, no leer un texto con gusto anquilosado, con más sabor a promesa que nunca se cumplirá que a otra cosa. Me van a decir que el electorado actual quiere ideas simples, frases de tres palabras; que no entiende razonamientos complejos, como si las plataformas plantearan esas complejidades.

Bien. Aquí están las principales plataformas bonaerenses. Algunas salvedades que hacer. Hace unos días, el diario Crítica de la Argentina publicó en un título que la plataforma electoral del kirchnerismo tiene "tres paginitas". En rigor de verdad, la plataforma el Acuerdo Cívico y Social, tiene 4 "paginitas". Ojo! la primera página es el logo del Acuerdo. O sea, que también es de "tres paginitas". Curioso olvido de Crítica de la Argentina.

Ya que Crítica nos instaló el tema de cuántas páginas tiene una plataforma, vamos por partes. Unión Pro, en provincia de Buenos Aires, ostenta 10 páginas. Parece que los peronistas disidentes tienen más ganas de cambiar cosas que el propio Acuerdo Cívico. Deberíamos decir que, por arriba, se ve por lo menos raro, teniendo en cuenta que muchos de ellos acompañaron esta misma gestión nacional y provincial. Felipe Solá y Alredo Atanasof, sin ir más lejos.

Vamos a detenernos en lo económico, y para ello comenzaremos con el oficialismo, dice que buscará reformular el sistema impositivo, haciéndolo más progresivo. En cuanto a las exportaciones, se buscará "crear un ente encargado de encontrar los nichos de producción más rentable siendo el canal que permita al productor o al empresario colocar la producción no solo a nivel interno sino también a nivel externo".

Por supuesto, como ha sido propio del kirchnerismo, los legisladores oficialistas apuntarán a mantener la solvencia fiscal para ejecutar obras públicas.

Por su parte, el Acuerdo Cívico quiere "reducir y segmentar las retenciones a las exportaciones agropecuarias sin que ello comprometa la solvencia fiscal". Está claro que no buscarán eliminar el tributo que tantos dolores de cabeza trajo al kirchnerismo durante 2008, sino sólo reducirlo, y siempre y cuando no afecte la solvencia que el kirchnerismo quiere asegurar para llevar adelante obras públicas.

En su plataforma también expresan que quieren "recuperar los niveles salariales malversados por las mentiras estadísticas". Probablemente, se pueda hacer desde el Congreso...

Unión Pro también hace referencia a las retenciones. Dicen que quieren "Impulsar la revisión integral de la política de retenciones, disminuyendo gradualmente las alícuotas y segmentando el tributo por cultivos, escalas y regiones". Tampoco hablan de eliminar el tan desprestigiado impuesto.

Eso sí, Unión Pro desgrana una gran cantidad de medidas vinculadas al sector agropecuario, como "implementar medidas para otorgar mayor transparencia a la
comercialización interna de las cadenas cárnica, láctea y de granos" o "definir un nuevo marco normativo para atender situaciones de emergencia agropecuaria". En síntesis, de 20 propuestas económicas, hay por lo menos 7 que tienen que ver con el agro.

Novedosa resulta la propuesta del sabbatellismo. El Frente Nuevo Encuentro, hace el foco en los municipios, en las pymes y en el valor de los barrios, como motores del desarrollo local y regional. "Libertaremos el perfil productivo de la provincia en función del estímulo a pymes industriales y de servicios avanzados que compatibilicen mayor empleo y alta competitividad", dicen. "Planteamos reconquistar el entramado socioproductivo de nuestros barrios, promoviendo incentivos urbanísticos y económico-financieros para su desarrollo" proponen. También un plan de construcción dirigido a sectores específicos.

El resto sigue con sus consignas clásicas. El Partido Obrero busca que todo organismo del Estado quede en control de los obreros y que haya una fuerte transferencia de recursos para los trabajadores. El Frente del PTS-MAS-Izquierda Socialista, reclama que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores. "No a los despidos", "no a la mano dura" y "retiro de tropas de Haití", entre otras propuestas. Lo cierto es que no se distingue qué diferencia las plataformas para cargos ejecutivos de aquellas que se presentan para cargos legislativos.

Por su parte, el Frente Es Posible, que responde al gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, tampoco da cuenta del lugar legislativo. Además de proponer la "recuperación del poder adquisitivo del salario de los trabajadores mediante el traspaso de los recursos liberados por la eliminación de los impuestos distorsivos al trabajo", también propone la "construcción de defensas ribereñas en cursos de agua, rehabilitación de zonas rurales y urbano rurales inundados y construcción de estructuras cloacales y de saneamiento, de agua potable y depuración". Curioso, teniendo en cuenta que las obras públicas suelen ser planificadas desde los poderes ejecutivos, que ejecutan presupuestos y no de los legislativos.

En fin, vale la pena leerlas enteras, escudriñarlas, y someterse al arbitrio de la promesa, esa tradición política tan instalada en todas las campañas. El dilema será si creer en alguna. Porque cuando la rosca se termina, comienza la gestión.

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