Bruera y el kirchnerismo pulsean por el control del PJ platense

El Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires realizó elecciones internas el 30 de noviembre de 2008, las que consagraron al matancero Alberto Balestrini como presidente del partido. En la ciudad de La Plata, luego de mucho trajinar entre dirigentes, se logró presentar una lista de unidad donde habitaban todos los sectores del peronismo local: brueristas, kirchneristas, sciolistas, históricos e independientes. Así lo informó Diagonales.

En esa instancia, Pablo Bruera fue elegido presidente y Luis Lugones vice. El Consejo del partido, órgano clave en la vida interna, quedó integrado por 24 miembros con representantes de todos los sectores. La lista de congresales fue encabezada por el entonces alakista Carlos Bonicatto. Y la de los consejeros provinciales por el sciolista Alberto Pérez, el kirchnerista Carlos Castagneto y los históricos Juan Amondarain y Carlos Cottini.

Esa unidad duró unos pocos meses. Se quebró luego de las elecciones legislativas del 28 de junio de 2009, cuando el kirchnerismo recriminó al intendente de La Plata haber priorizado al vecinalista Frente Renovador Platense por sobre la boleta completa, del Frente Peronista para la Victoria, que encabezaban Néstor Kirchner y Daniel Scioli.

La ruptura entre ambos sectores llevó a que este año el peronismo de La Plata se reagrupara en dos grandes vertientes. Los kirchneristas, en la Corriente Platense para la Victoria, que reúne a dirigentes como Julio Alak, Carlos Castagneto, Guido Carlotto, Homero Bibiloni, Ariel Pasini, Sebastián Tangorra, Claudia Bernazza y Emilio Pérsico, entre otros. Este grupo fue el que organizó la visita de Néstor Kirchner el 24 de febrero, en un masivo acto en el club Atenas. Por el otro lado está el bruerismo, que eligió el camino del crecimiento a nivel provincial, con una nueva corriente, el Frente Renovador Peronista, que se propone como una alternativa para competir el próximo año en el peronismo.

¿Quién es quién? El Consejo local del Partido es el responsable de definir las políticas y actividades partidarias, que van desde la realización de actos hasta la definición de hipotéticas alianzas electorales. Hoy está controlado por el bruerismo, pero el margen es escaso. No se descarta que pueda cambiar la relación de fuerzas. Si eso ocurre se convertiría en un dolor de cabeza para el intendente Bruera y sus aspiraciones políticas para 2011. De los 24 consejeros el bruerismo cuenta con 12 miembros asegurados y el kirchnerismo con 9. Existen tres que plantean la incógnita y podrían inclinar la balanza.

De todos modos las cuentas pueden ser más complejas si se analizan las pertenencias de cada dirigente. Sobre todo si se especula con el rol que jugarán nueve miembros, históricos o independientes, que responden a distintos sectores y que mantienen una relación menos directa con los dos grandes grupos en pugna.

Un repaso de los nombres indica que el núcleo duro bruerista cuenta con siete votos seguros: Pablo Bruera, Luis Lugones, Santiago Martorelli, Horacio "Caito" Pené, Néstor Yalet, Luis "Grillo" Ferrer y Enrique Mandes. Los otros cinco los obtiene de sumar a sectores aliados (de los independiente o históricos). Son lo casos de Cristian Vicent y Pedro Borgini, enrolados en el sector que conduce Carlos Quintana, el líder de UPCN que actualmente está cerca del intendente; Gustavo Melillo, que integra al espacio de Iván Maidana y, aunque se declara kirchnerista, forma parte del gobierno de municipal. Y de Enrique Sette y Cacho Castro dos dirigentes históricos e independientes, que hoy están más cerca de Bruera.

Los kirchneristas puros de la lista son ocho: Guido Carlotto, Lalo Marchesi, Miguel Forte, Marina Piñol, Carlos Guerrero, Germán Beltrano, Walter Docters y María Soledad del Cueto. A ellos habría que sumar a Fabián Espósito, vinculado a la CGT Rucci, que conduce Julio Castro, hoy más cercano al espacio liderado por el ex presidente Néstor Kirchner.

La incógnita más profunda la plantean los dos consejeros que responden al presidente del bloque de diputados provinciales, Raúl Pérez. Se trata de Patricia Vega y Marcelo Leguizamón. Pérez se mantiene equidistante del kirchnerismo puro y del bruerismo. El tercer voto en duda es el de María Eva Prado, pertenece al sector de Carlos Bonicatto, quien dejó la actividad partidaria desde que es Defensor del Pueblo. Su voto es una incógnita, podría volver al alakismo o mantenerse cerca de Bruera.

La pulseada, por ahora, la está ganando el intendente Bruera. Un dato a tener en cuenta es que muchos de los dirigentes que hoy aparecen cerca del intendente ya manifestaron que hay un límite: una alianza con Francisco de Narváez. En ese caso cambiarán de posicionamiento, y el bruerismo perdería la mayoría y el control del peronismo local. En los próximos meses habrá que observar con atención como se mueven las piezas del ajedrez local.



Fuente: Alfredo Silletta - Diagonales