Andahazi: La vida sexual de los próceres

sábado, 3 de octubre de 2009

“Los próceres tenían una vida sexual activa”, sostiene el escritor Federico Andahazi. En una entrevista a Revista Noticias, explicó su tesis. Está escribiendo una controvertida trilogía sobre la historia sexual argentina. Revelaciones eróticas de los grandes mitos patrios.

A su casa en Villa Crespo se ingresa por un garaje, con una Harley Davidson estacionada. Una pieza más de su colección, que incluye un Jaguar del `85 y un Mercedes-Benz del '65. “Sí, puede que tenga gustos caros, pero son autos que encuentro totalmente descuidados y los restauro. Esta Harley estaba casi destrozada”, revela Federico Andahazi. Frente a una máquina de pinball está su estudio. En una de las paredes se exhiben las portadas de su primera y polémica novela, “El anatomista”, publicada en más de 30 países. Y ahora vio la luz un libro –“El oficio de ser santos”– con los cuentos que escribió en los '80, antes de aquel rotundo éxito.

Como no teme a la controversia, el año pasado publicó “Con pecado concebida”, la primera parte de una trilogía sobre la historia sexual de la sociedad argentina. Centrada en las costumbres sexuales de las familias patricias, levantó polvareda entre los que portan apellidos tradicionales. Y hace poco, la segunda entrega, “Historia sexual de los argentinos”, que enfoca la vida amorosa de Sarmiento, San Martín, Belgrano Rosas y otros próceres. No faltó quien pidiera que el autor –cuenta él mismo– sea fusilado en plena Plaza de Mayo.

Noticias: ¿Qué llevó a un novelista a escribir libros que tienen más que ver con el trabajo de un historiador?

Federico Andahazi: Estaba investigando para una novela, un policial negro en el ambiente prostibulario de la Buenos Aires colonial, y descubrí que sobre esa época había un vacío documental impresionante. En un país que siempre se está preguntando por sus orígenes e identidad, no existía una historia de la sexualidad de los argentinos que, en realidad, era el libro que estaba buscando. Si bien no tengo formación como historiador, toda mi novelística requirió muchísima investigación, estoy muy acostumbrado a la recolección de datos y la reconstrucción de época.

Noticias: ¿Cuáles fueron los mayores problemas que afrontó?

Andahazi: Hablar de historia en este país es sumamente difícil, reaviva viejos fantasmas. Tenemos una historia muy violenta desde la época de la conquista hasta la última dictadura militar y la guerra de Malvinas. Hablar de historia es meterse forzosamente en polémicas y hablar de sexualidad quizás sea más difícil, pero combinar ambas es una mezcla muy peligrosa. Implicó obstáculos de índole variada, como que algún descendiente de algún ilustre mencionado en el libro me llamara para protestar.

Noticias: ¿Hubo muchos llamados?

Andahazi: Si, hubo. A tal punto se borraron los vestigios de la historia de nuestra sexualidad que tuve que apelar a estudios de Daniel Schavelzon. Es el mejor arqueólogo urbano y excavando en la casa de una muy tradicional familia porteña encontró unos platitos extraños, transparentes y cuadrados, y cuando los miró a contraluz eran unas protodiapositivas con imágenes pornográficas. También halló una colección de consoladores.

Noticias: ¿De qué material?

Andahazi: De madera, muy rústicos. Traían de Francia estas protodiapositivas porque parecían platitos. Pero traerse un consolador francés, que eran gigantes, de porcelana, se cargaban con agua y reproducían el miembro viril, era complicado. No podían decir en la Aduana que era un soporte de lámpara. Después de mucho investigar, di con la carpintería de San Telmo que los fabricaba por encargo. Como se ve, el delivery sexual no surge con internet. Y algún descendiente de alguna familia se sintió ofendido, me decía: “Si conocieras los retratos de mi bisabuela verías que es casi imposible”. Le envié por mail el trabajo de Schavelzon. Inapelable.

Noticias: O sea que nuestros antepasados tuvieron una sexualidad intensa y atrevida.

Andahazi: Mucho más intensa que la nuestra. Pienso en el tipo que después de 8 horas de oficina le dice a la mujer: “Mirá, no me pidas nada porque no puedo”. En una época en que había que desplazarse a caballo, a lomo de burro, cruzar la cordillera, los tipos tenían una vida sexual muy activa, mientras iban fundando naciones, armando una forma de gobierno, gestas de una magnitud inimaginable, como San Martín, Sarmiento, Bolívar...

Noticias: ¿La vida sexual de qué prócer le llamó la atención?

Andahazi: Lavalle, quizás. Llegaba a un lugar y se encerraba con alguna mujer, se enamoraba. En su campaña en el Norte cae derrotado por sus instintos sexuales. Pasaba la noche con Damasita Boedo, una partida enemiga estaba tirando la puerta abajo, se levanta y lo matan. Y lo que ignoraba era que Damasita era sobrina de Mariano Boedo, un oficial fusilado por Lavalle. Acá se aplica una figura, “hacer la cama”. La vida de Sarmiento era interesante, la liquidación de sus gastos en Europa era impresionante.

Noticias: Por su forma de evadir los compromisos afectivos se parecía a algunos hombres actuales.

Andahazi: Sí, totalmente. Ya era viejo cuando “La Nación” publicó un titular fantástico: “Sorprenden a Sarmiento en estado de ebriedad”.

En sus cuadernos con sus gastos de viajes nadie prestó atención al término “orgías”. En esa época, las orgías estaban de moda, sobre todo en Europa: era ir a un lugar donde se reunía mucha gente, matrimonios, como hoy los swingers. Hay grandes retrocesos en la historia en materia de libertades sexuales, basta comparar la sexualidad del Imperio Romano, de la Grecia clásica, con épocas posteriores. Por eso me resulta notable lo de Remedios de Escalada. En cambio, de San Martín siempre se supo que tuvo amantes, fue tolerado aún por los historiadores más conservadores.

Noticias: ¿Me está diciendo que Remeditos fue infiel?

Andahazi: Fue un hecho público, se ocultó escrupulosamente. Yo transcribo una carta donde San Martín le dice a su amigo que había “nacido para cornudo” porque había descubierto la infidelidad. Dos oficiales de su tropa fueron rapados y desterrados, y atando cabos, son los hombres con los que Remedios se enredó. Esto indica que no fue una infidelidad sucesiva, sino simultánea. Otro caso fue Aurelia Vélez, la amante de Sarmiento: el marido llega a la casa, abre el ropero, encuentra un tipo escondido y lo mata a balazos. Y ningún historiador sacó a estos muertos del ropero.


Noticias: Usted no sólo muestra la intensa y hasta excéntrica vida sexual de los próceres, sino su vulnerabilidad como hombres. Sarmiento tiene una mirada cínica sobre el amor.

Andahazi: Totalmente, esa vulnerabilidad se nota en Lavalle. Sarmiento es escéptico, descree del amor, desaconseja el matrimonio. Es interesante ver cómo se va mezclando la historia de la sexualidad con la política. Se le otorgó a la sexualidad un lugar ínfimo, accesorio, y yo sostengo que no se puede entender la historia de un país si se desconoce la historia de su sexualidad. Los países son hijos de una red de relaciones sexuales, muchas veces establecidas desde el poder. Y la segunda hipótesis es que sólo se pueden entender determinados actos de algunos personajes públicos a la luz de aspectos de su vida privada. El caso de Rosas es paradigmático, terrible.

Noticias: Es sorprendente que haya tantos defensores de la imagen de Rosas y su legado.

Andahazi: Sí, me sorprende. Si te dijera que un tipo tenía a su hija oculta en un sótano, la violaba sistemáticamente y le hizo 7 hijos, pensás en el monstruo de Austria. Ese fue Rosas, con Eugenia Castro. Agrupaciones de viejos filo nazis y el director de la revista “Cabildo” me acusan de difamarlo, alegan que no existía un vínculo de sangre. Ese es un agravante, porque un oficial amigo de Rosas, a punto de morir, le confía la adopción de su hija Eugenia. La mazorca estaba hecha de la misma sustancia que se vivía dentro de la residencia de Rosas.

Noticias: Rosas y Encarnación Ezcurra inauguran el modelo de “matrimonios en el poder”, que se fueron sucediendo en el país.

Andahazi: Era un poder bicéfalo, muchos le adjudican a Encarnación la autoría intelectual de la mazorca. El otro gran matrimonio en el poder es el de Perón y Evita, un símbolo casi épico de lo que significó la gesta peronista, cargado hasta de un gran erotismo y una fuerte iconografía. Perón con Isabel es casi una caricatura de aquello. Y hoy tenemos un matrimonio en el poder, y si algo lo caracteriza es la alianza. Y la imposibilidad de este gobierno de hacer alianzas políticas es la dificultad de hacer alianzas por fuera del matrimonio.

Ahora me estoy aproximando al tercer volumen, a gente que está viva. El propósito no es meterse en las alcobas, sino rescatar aquellos episodios de la vida privada de ciertos personajes que han cambiado la historia del país. Y devolverle a la sexualidad el lugar que tiene.

Noticias: Mientras escribe, ¿le va pasando a alguien las carillas para que lea?

Andahazi: Hay dos grandes mujeres en mi vida a las que me dedico sistemáticamente a torturar: mi mujer Aída y mi madre. Mi vieja fue secretaria del presidente de un banco, tiene una gramática perfecta y su lectura es mucho más profesional que la de cualquier editor. Y mi santa esposa no sólo lee todo, yo le pido que lo haga en voz alta porque necesito tener un registro acústico.

Noticias: ¿Cuánto llevan de casados?

Andahazi: Más de diez años. Tenemos dos hijos, Vera (7) y Blas (3). Muchas veces mi hija me reclama que escriba algo para ella. Y mi mujer es artista plástica, así que tenemos ganas de escribir algo para chicos. Creo que sería algo no muy diferente de mis obsesiones como adulto, porque la literatura es una actividad profundamente infantil. Tengo el registro de mi vieja contándome cuentos. Y no lo percibo como algo muy diferente de los autores que leí. Salió mi libro de cuentos, "El oficio de ser santos", escritos en los ‘80 con absoluta irresponsabilidad porque no sabía que sería mi oficio. No deja de sorprenderme que una actividad tan infantil y lúdica como la escritura sea una industria tan importante.

Por Constanza Guariglia

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