El debate del nuevo Código de Ordenamiento queda en suspenso

La decisión del gobierno municipal de avanzar en el corto plazo con un nuevo Código de Ordenamiento Urbano que contemple la posibilidad de construir edificios más altos, cocheras subterráneas, y corredores productivos, quedaría en suspenso, por lo menos, hasta el recambio de autoridades que se producirá el 10 de diciembre, según informó hoy Diario Diagonales.

La iniciativa fue planteada del Departamento Ejecutivo como una clara política de Estado, sin embargo, las internas políticas que por estos días atraviesan los despachos del Concejo Deliberante serían las causas de la demora.

"En estas condiciones es muy difícil ingresar un proyecto de la trascendencia que tiene la reforma del Código de Planeamiento Urbano", explicó a Diagonales una fuente del Concejo que prefirió el off. Los ediles alineados con el intendente Pablo Bruera se cuidad de no herir susceptibilidades con sus palabras. Lo concreto es que legislativo local vive desde hace días fuertes pujas políticas entre concejales oficialistas, aliados y opositores. Estos roces son propios de los cierres legislativos pero que se acrecentaron por el recambio legislativo.

"Hay algunos concejales que se van del recinto en diciembre y ven en estos últimos meses la última posibilidad de que algunos de sus proyectos bajen al recinto para ser tratados", explican en el oficialismo. Sin embargo, algunos de esos proyectos todavía no tienen el consenso que el bruerismo considera necesario. Y se producen los roces que ahora atentan contra el tratamiento.

Por eso, el bruerismo fijo prioridades. Y una de ellas es aprobar los proyectos más inmediatos para la gestión: las modificaciones en la Ordenanza Fiscal e Impositiva que supondrá un aumento en la recaudación comunal, y el presupuesto para el próximo año, están en el podio de necesidades.

De este modo, la reforma del Código de Planeamiento Urbano quedaría para después del 10 de diciembre, cuando el Concejo tenga nuevos ediles.

Paso atrás. Sin embargo, esta no era la idea original del intendente Pablo Bruera. Cuando desde el Palacio Municipal comunicaron la decisión de reformar el Código aseguraron que intentarían hacerlo con la conformación actual del recinto. Por entonces existían alianzas estables y buen diálogo con la oposición.

Pero, en las últimas semanas, la relación entre los sectores de la oposición y los aliados se fue tensando cada vez más. Esto fue visible durante la sesión del 30 de septiembre, cuando el oficialismo fracasó en el intento de aprobar sobre tablas la ordenanza de creación del Ente Municipal para la Actividad Turística (Ematur). Ese día, el bruerismo pasó un mal momento. Y todavía quedan mellas. Los acuerdos fracasaron minutos antes de la sesión, cuando dentro del recinto esperaban sectores ligados al turismo.

En tanto, desde la oposición sostienen que no hay avances en el proyecto. Una gestión del presidente del Concejo, Javier Pacharotti, reunió a los responsables de proyecto con los concejales. La idea de Pacharotti era que los concejales puedan conocer los principales lineamientos.

De esa reunión -y ante el descontento- se acordó una serie de nuevos encuentros que no se vienen cumpliendo en su totalidad. El último fue el jueves de la semana pasada, pero no se vislumbraron avances.

Código en suspenso: La idea del Ejecutivo es reformar el Código de Planeamiento Urbano antes de que terminara el año. Se trata de la normativa que regula las facultades urbanísticas autorizadas en el Partido de La Plata sobre los bienes inmuebles.

Según se adelantó desde el Ejecutivo, este nuevo Código contemplará edificios más altos en el centro de la ciudad, y se reducirán las alturas en los barrios del casco urbano. Además, se permitirá la creación de clubes de campo en ambas manos de la Ruta 2 para promover el desarrollo de esa actividad. También se autorizará la instalación de industrias en los corredores de la avenida 520 y la Ruta 36.

Fuente: Diario Diagonales