Vecinos de City Bell denuncian un nuevo caso de usurpación

"¿Otra vez nos van a desalojar?", preguntó uno de los 35 chicos que vive junto a sus familias, hace 11 meses en la calle 141 entre 476 y 476 bis de City Bell, recordando cuando fueron desalojados de 26 bis y 479 de Gonnet, en donde nació. Allí, detrás del country Grand Bell viven unas 50 familias humildes que intentan terminar de construir sus precarias casas. Sin embargo, una carta presentada en el Concejo Deliberante por vecinos de la zona, indicaría que estas personas serían "usurpadoras". En la presentación, los habitantes mostraron su descontento por los "nuevos vecinos" y le pidieron al intendente Pablo Bruera que tome cartas en el asunto. Así lo informó Diagonales.

Pero la historia del otro lado de los muros que construyeron los vecinos del Gran Bell, que separa dos realidades sociales, es distinta. Ellos cuentan que las tierras no tienen dueño y por eso llegaron allí. "Noso-tros tuvimos un desalojo en 26 bis y 479. Hacía más de 20 años que vivíamos ahí, al lado del arroyo Rodríguez", explica Alberto José Díaz, representante de los nuevos vecinos de la zona, quien agrega que al ser corrido de su casa, recurrió a la defensoría Nº 9, a cargo de Carolina D´alessandro, quien "se comunicó con el ministerio de Desarrollo Social para que nos dé una solución. Sergio Darío Beltrán está encargado de catastro y nos consiguió este lote y nos dijo que íbamos a andar bien".

Allí comienza el conflicto por la titularidad de la tierra. Ezequiel Martínez decía ser el titular del lote y acusaba a las familias de ser usurpadores, pero según los documentos a los que pudo acceder Diagonales, confirmaron que las tierras pertenecen al municipio. Esta prueba fue la que utilizó la Comisaría 10, para no dar lugar al desalojo.

Por su parte, el director de Tierras municipal, Osvaldo Raingo, indicó que las tierras "son municipales". También aseveró que quien decía ser el titular, Martínez "era conocido en la ciudad por hacer usucapión de los terrenos".

Barrio. En City Bell las casas del nuevo barrio están construidas con pocos materiales y las familias son muy humildes. Díaz cuenta que lograron tener luz y gas porque "fuimos a las empresas y llevamos toda la documentación para tener los servicios. Nosotros pagamos nuestros impuestos".


Fuente: Diagonales