Desde el partido de La Costa desmienten acusaciones del bruerismo

En el municipio de La Costa secuestraron camionetas proselitistas de Bruera por no tener los papeles en regla (ver nota aquí). El bruerismo denunció agresiones y hasta vinculó al intendente Juan Pablo De Jesús con la dictadura. Del otro lado dicen lo contrario. Vea la respuesta del municipio costero.

En un comunicado de prensa oficial, el Municipio de La Costa conducido por Juan Pablo De Jesús explicó:

La campaña por las elecciones de 2011 comienza a hacerse visible y los destinos turísticos son los bocados más apetecidos por los políticos. Como otros, Pablo Bruera, actual intendente de La Plata y virtual candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el Frente Renovador Peronista, seducido por el éxito turístico del partido de La Costa desembarcó en sus playas para hacer proselitismo.

Medios provinciales, con diferente rigurosidad y apego a la verdad, trataron la noticia del secuestro de uno de los vehículos con los que el candidato platense estaba promocionándose.

Los hechos que llevaron al secuestro del móvil fueron los siguientes: La camioneta estaba estacionada en una bajada a playa en Santa Teresita obstruyendo una rampa de discapacitados; el inspector de tránsito, antes de proceder de acuerdo al reglamento pidió que la corrieran; los militantes contestaron que no: “Nosotros somos de Bruera, no la vamos a correr y vos te vas a quedar sin trabajo”; el inspector consultó con su supervisor y procedió a labrar la infracción; en el proceso, los agentes comprobaron que a la camioneta no le habían realizado la Verificación Técnica Vehicular; que el conductor no tenía licencia y que el grupo no podía acreditar la titularidad del furgón; tampoco tenían el permiso correspondiente para realizar actividades de este tipo. Finalmente, el vehículo fue depositado en la Comisaría de Santa Teresita bajo custodia policial.

Lo que podría haber quedado en una falta de tránsito común y corriente, de forma vertiginosa oscureció el tono. El grupo político no sólo amenazó al empleado municipal que cumplía con su deber, sino que dobló la apuesta y arremetió contra La Costa comunicándole al secretario de Ordenamiento Urbano que “si ustedes hacen esto, nosotros vamos a bajar con un camión y vamos a comenzar la guerra”. Esta grave amenaza contra todos los habitantes de nuestro partido (estables y temporarios) fue denunciada en la Justicia de forma urgente por los representantes legales de la Municipalidad.

Agrandando la bola de nieve, de forma irresponsable y sin chequear la información, una agencia de noticias llegó a asegurar, incluso, que Juan Pablo de Jesús, intendente del partido de La Costa, “fue funcionario del Proceso” (Ver nota aquí). Juan Pablo de Jesús, uno de los intendentes más jóvenes del país, tenía menos de 10 años cuando finalizó la más abominable etapa de la historia argentina reciente.

Ningún habitante de La Costa tiene animosidad alguna contra Bruera ni ningún otro candidato político, su presencia como turistas o como representantes de la sociedad es grata para todos, pero Bruera y sus seguidores deberían entender que, como en cualquier otro lugar del país, acá todos gozamos de los mismos derechos y debemos cumplir con las mismas obligaciones. No existen funcionarios ni candidatos que puedan estar por encima de las normas democráticas. No hay excepciones, ni con ellos, ni con ningún otro.

El partido de La Costa vive hoy una de las etapas de mayor apertura democrática de su historia. Nuestro intendente es un activo propulsor de la participación política en cada rincón del distrito. Los éxitos de los programas educativos, de capacitación para el empleo o de participación ciudadana en la administración del presupuesto municipal lo señalan como uno de los políticos más modernos de la provincia de Buenos Aires. Por eso, aparte de ser mentirosos, suenan descabellados los ataques emergidos a partir de lo que al principio fue una infracción de tránsito, al menos que dichas agresiones enmascaren una preocupación política desconocida.