Carlotto dice que el Código de Nocturnidad tiene "fines recaudatorios"

El Senador provincial Guido Carlotto se expresó en relación a la sanción del Código de Nocturnidad impulsado por el municipio platense. Afirmó que “una vez más, le gestión municipal actúa a contramano del Gobierno Nacional y también del provincial, al reducir la complejidad de tópicos como la seguridad y la juventud a una simple cuestión de recaudación”.

El senador profundizó sus conceptos al advertir que “el Código de Nocturnidad iguala la noción de juventud con delincuencia y de esta manera soslaya la complejidad que necesariamente hay que tener en cuenta para debatir el tema de la seguridad, justo en una ciudad en la que aumentó el índice de delitos en los últimos años debido a políticas cortoplacistas revestidas de una alta dosis de demagogia punitiva y preconceptos arcaicos, cuestiones que evidencia este código”.

“Lo que puede advertirse fácilmente es la necesidad de la gestión Bruera de recaudar a toda costa en medio de un año electoral ya que no hubo empacho en distorsionar leyes nacionales y provinciales en pos de `sacar´ un código que le permita obtener dinero extra", afirmó Carlotto en referencia a uno de los puntos que plantea la norma, por la cual en un bar/restaurante pueden ingresar 3 personas por metro cuadrado, el triple de lo que estaba permitido. A partir de ahora, el Municipio tiene la potestad de cobrar derecho de espectáculo a los restobares.

El candidato a intendente de La Plata agregó que el ejecutivo municipal "impulsó la sanción de un código realizado de espaldas a los dueños de los boliches, pues los asfixia con una serie de requerimientos de elevado costo que no solucionan, por sí mismos, la problemática de la seguridad”.

En ese sentido, Carlotto indicó que “una vez más, se pretende instalar la idea, falsa por cierto, que las cámaras de seguridad aportan una solución en sí mismo, en vez de establecer protocolos claros de acción para la prevención. La sanción de este código es una aceptación implícita por parte de la gestión de Bruera de su incapacidad para garantizar la seguridad en el espacio público; y se inscribe, asimismo, en una concepción del espacio público ligada a la imposición de una vigilancia inquisidora que limita peligrosamente con la criminalización de la juventud y la pobreza”.