Murió María Amalia Sara Lacroze Reyes Oribe de Fortabat Pourtale

sábado, 18 de febrero de 2012

La empresaria argentina, conocida como Amalita Fortabat, de 90 años, falleció esta mañana. Sería velada en su casa y enterrada en Recoleta. Fue la mujer más rica del país de acuerdo a la prestigiosa revista norteamericana Forbes. "La dama del cemento" era coleccionista de arte; en 2008 inauguró el Museo Fortabat, en Puerto Madero.

La empresaria argentina Amalia Lacroze de Fortabat, una de las mujeres más ricas de la Argentina, falleció esta madrugada a los 90 años, en su casa de Barrio Parque.

En su triplex de Avenida del Libertador, entre Scalabrini Ortiz y Ugarteche, se encuentran reunidos todos sus familiares y dos de sus secretarios. Sería velada en su vivienda y sus restos llevados mañana al Cementerio de la Recoleta.

La información fue confirmada por su familia en un comunicado en el que señalan que Lacroze de Fortabat falleció a las 6 de la mañana en su domicilio particular, acompañada por sus familiares.

"La señora de Fortabat ejerció un claro liderazgo al servicio del crecimiento y el desarrollo empresario nacional, dirigiendo durante más de cuatro décadas la empresa Loma Negra, así como otros emprendimientos de relevancia", destacaron en el escrito.

Amalita nació el 15 de agosto de 1921, se casó dos veces y a sus 55 años se convirtió en la mujer más rica de la Argentina.

Desde entonces, fue conocida como “La dama del cemento”, apodo ganado a causa su empresa Loma Negra. Además, incursionó en el mundo del periodismo, en el del arte y hasta en el deportivo.

En septiembre de 1942, contrajo matrimonio con el abogado Hernán de Lafuente Sáenz Valiente tras un noviazgo de más de un año. Con él tuvo a su única hija: María Inés, nacida en 1944, quien le dio a su vez tres nietos.

Matrimonio con Alfredo Fortabat

Ambos se conocieron en 1941, cuando asistieron a una función en el Teatro Odeón. Semanas después, Lacroze y su novio fueron invitados a navegar en un yate por Tigre que pertenecía a Alfredo Fortabat. Cuando de Lafuente y Lacroze se casaron en 1942, Fortabat admitió: «No pude soportar ir a su casamiento» y, en cambio, le envió una pulsera de oro de Ghisso, la joyería más cara de Buenos Aires.11 Para marzo de 1947, Lacroze tenía 26 años y Alfredo Fortabat, de 53, se hallaba casado con Elisa Corti Maderna. Mientras de Lafuente y Lacroze se hallaban de vacaciones en Europa, Fortabat los siguió sin que lo supieran. Durante una fiesta en París, simuló encontrarlos casualmente y la sacó a bailar, expresándole que estaba enamorado de ella. Para fines de año, luego de un viaje alrededor de Italia, Francia y la región del Egeo, Amalia Lacroze se había separado de de Lafuente, acto considerado inapropiado para la época. Fue uno de los escándalos más importantes de la clase alta porteña de entonces. Finalmente, ya en Buenos Aires, el matrimonio se divorció a pedido de Lacroze y lo mismo sucedió con el de Fortabat y Maderna, con quien nunca había tenido hijos.

En 1947, Lacroze contrajo matrimonio en segundas nupcias con Fortabat vía Uruguay,9 más específicamente en la ciudad de Montevideo, ya que en Argentina no estaba permitido el divorcio. Sin embargo, su matrimonio llegó a ser reconocido en su país natal, luego de una reforma promulgada por el presidente Juan Domingo Perón en 1951. La ceremonia, extremadamente privada, fue la primera de los cinco casamientos que realizó la pareja para reafirmar su amor. Poco después, realizaron su luna de miel alrededor de Nueva York, Los Ángeles, San Francisco, París, Grecia y Egipto. Casualmente, Lacroze recordó, ya adulta, que cuando contaba con 14 años una gitana le había leído el futuro: «Te vas a casar con un maharajá».

El 19 de enero de 1976, Alfredo Fortabat falleció a los 81 años a causa de un accidente cerebro-vascular.9 A partir de entonces, Lacroze heredó una suma millonaria que incluía 160 000 hectáreas de tierra, miles de cabezas de ganado, obras de arte, una emisora radial, una planta de inseminación, propiedades en Buenos Aires, Grecia y Estados Unidos, tres aviones, un helicóptero, un barco y varios automóviles.

Relación con gobiernos

Fortabat siempre mantuvo una excelente relación con los gobiernos nacionales. Incluso, con el que encabezó la última dictadura militar. Loma Negra fue la elegida para suministrar cemento para el megaproyecto de obras públicas —autopistas y estadios— encarado por el gobierno de facto. En 1977, el ministro de Economía José Martínez de Hoz introdujo la «tablita», un sistema de minidevaluaciones anunciadas que permitía prever con precisión el valor del dólar diariamente.15 En un régimen de inflación alta —alcanzó el 176% en 1977—, inició un endeudamiento externo de la economía argentina y los antiguos sectores favorecidos fueron reemplazados por otros nuevos, como empresas contratistas del Estado. Los grandes beneficiarios de ese cambio estructural fueron los sectores financieros concentrados, con base transnacional. En 1980, Martínez de Hoz decretó un aumento del 20% para el valor del cemento. Según los balances de aquel año, Loma Negra obtuvo una ganancia de 160 millones USD, es decir, que la fortuna de Loma Negra se había acrecentado un 25%. Poco después, Fortabat había triplicado el patrimonio de la empresa en comparación con el de 1975, gracias a acuerdos entre Loma Negra y el gobierno, que le exigía pagar gran parte de los impuestos. Luego, este mismo tomó la medida de hacerse cargo de las deudas de corporaciones privadas, liberando empresas como Loma Negra de las obligaciones contraídas con los acreedores internacionales.

Su éxito continuó con la presidencia de Raúl Alfonsín, cuando Loma Negra fue la proveedora exclusiva para la construcción de las represas de El Chocón, Dique Arroyito, Casa de Piedra, Yacyretá y Salto Grande. Para fines de la década de 1980, el patrimonio de Loma Negra había alcanzado los 800 millones USD. Su buena relación con el político Carlos Menem la llevó a financiar parte de su campaña presidencial y, ya como mandatario en 1989, invirtió capital en diversos emprendimientos dentro del país.

Fundación Amalia Lacroze de Fortabat

El 23 de octubre de 1976, inauguró la Fundación Alfredo Fortabat y Amalia Lacroze de Fortabat (luego renombrada a Fundación Amalia Lacroze de Fortabat), que tiene como fin promulgar, incursionar y realizar todo tipo de iniciativas u obras de carácter educacional, cultural, artístico, benéfico, social, deportivo y filantrópico, y todo aquello que beneficie directamente al bien público y a la promoción de la investigación científica. Influye, incluso, sobre países extranjeros. Otorga becas a establecimientos secundarios y universidades, a individuos internados en hospitales y a enfermeras. A su vez, concede premios relacionados con la literatura, la pintura y las artes visuales en general.

Desde su creación, lleva donados más de 40 millones de pesos argentinos en subsidios a hogares infantiles, escuelas argentinas, centros culturales, fundaciones de carácter benéfico y damnificados por inundaciones. Por otra parte, mantiene económicamente a comedores localizados en La Matanza, Berazategui, Sarandí, Gregorio de Laferrere, entre otros sitios, además de ofrecer becas, subsidios, atención médica y viviendas a excombatientes de la Guerra de Malvinas. Realizó la construcción del Pabellón de Pediatría del Hospital Municipal Coronel Olavarría y renovó el equipo para tratamiento de radioterapia del Hospital de Oncología Luciano Fortabat (Olavarría). En 1988, la labor de la fundación se vio galardonada con el premio Konex de Brillante.



Más información: Wikipedia

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