Problemas en el cobismo ante un Alfonsín en "ascenso"

lunes, 12 de abril de 2010

El vicepresidente Julio Cobos experimenta una baja constante en su imagen positiva, y en su entorno temen que el efecto “goteo” termine mellando aún más sus posibilidades presidenciales. Mientras tanto, en la UCR buscarán impulsar con mayor cantidad de salidas por el interior al vicepresidente de la Cámara Baja, Ricardo Alfonsín. “Si Cleto sigue bajando nos quedamos sin candidato, y Ricardo es el político de mejor imagen del país”, razonan entusiasmados varios dirigentes radicales que a su vez tienen guardada la carta del senador Ernesto Sanz, el reciente jefe partidario, como “plan C”, según informó ImpulsoBaires.

La imagen de Julio Cobos está sufriendo una baja mes a mes, según lo reseñan los diferentes sondeos electorales, y si la cuestión no se detiene llegará a la disputa de las próximas elecciones “demasiado esmerilado”.

Esa conclusión se desprende con solo proyectar de acá a más de un año cualquiera de las encuestas de opinión que están dando vuelta, en donde demuestran que Cobos, tal vez al no encontrar un rol político definido, va perdiendo volumen.

En el radicalismo, paralelamente, no se desesperan por esa cuestión, porque comenzaron a observar cómo la figura de Ricardo Alfonsín, actual diputado nacional e hijo del ex presidente Raúl Alfonsín, va acumulando buenos puntos en su imagen pública.

El problema, sin embargo, sigue siendo que ninguno de los dos candidatos cosecha intención de voto pronunciada como para que se pueda decir, a ciencia cierta, que entran en un ballotage.

Ni Cobos, ni tampoco Ricardo Alfonsín, han logrado quebrar considerablemente la fuerte disputa por el poder que existe entre las diferentes versiones del peronismo.
La licuación del Acuerdo Cívico y Social a poco de crearse significó un golpe difícil de asumir por la dirigencia radical.

La esperanza en un gran arco no peronista, en donde confluyan desde Cobos, pasando por el socialista gobernador de Santa Fe Hermes Binner, el viejo tronco radical, y llegando a la diputada del Ari, Elisa Carrió, parece haber quedado trunca. Incluso ni siquiera la elección de Pinamar los alentó a seguir en la construcción de ese espacio, ya que todos esos partidos sumados, apenas si llegaron al 38 por ciento de los votos para aportarle a la radical Mercedes Taurizano, frente a las dos versiones del PJ, como fueron Blas Altieri, el sciolista que triunfó con un 46 por ciento, y la candidata oficial justicialista, Rosana Di Pascuale, que consiguió 12 puntos.

Para esta altura, y cuando faltan meses para el segundo aniversario del voto no positivo que llevó a la “fama” a Cobos, en el entorno del vicepresidente pensaban en tener cerrado un frente sólido que enarbole la postulación presidencial del mendocino. Nunca se imaginaron que el retorno a su histórico partido, la UCR, iba a significar andar a los codazos para ganarse de nuevo un lugar, y encima disputar una interna “de riesgo”, con Alfonsín, o tal vez con su coterráneo, Ernesto Sanz.

Mientras el cobismo arregla sus tantos y busca ser indultado en el histórico radicalismo, y con una evidente debilidad territorial, los radicales del viejo tronco aceleran la instalación de “Ricardito.

Por eso es que el bonaerense camina, sin dar respiro a sus adversarios, por distintos puntos del país, y prueba de ello fue su desembarco este fin de semana en Entre Ríos.
Allí, Alfonsín visitó varias localidades entrerrianas, acompañado por los legisladores Atilio Benedetti, Arturo Vera, Gustavo Cusinato, Hilma Ré y Jorge Chemes.

El sábado participó de una conferencia de prensa y de un acto en Chajarí y el domingo compartió un almuerzo popular, con unas 800 personas, en San Jaime de la Frontera. Allí, en un asado popular en el Polideportivo Municipal, estuvo junto al intendente Cristian Fernández y a dirigentes radicales de los departamentos Federación, Feliciano, Federal y La Paz.

También concurrieron los intendentes de Federal, Sauce de Luna, Santa Ana, Villa del Rosario, Maciá, Los Conquistadores, Villa Elisa, Villa Clara y Hasenkamp.
Alfonsín participó el viernes y el sábado, en el hotel Intercontinental, de la reunión del Comité de la Internacional Socialista para América latina y el Caribe, del cual la UCR y el Partido Socialista oficiaron como anfitriones.

Públicamente, Ricardo Alfonsín no quiere hablar de su postulación presidencial, pero sin embargo semejante despliegue demuestra, en la práctica, lo contrario.

En la UCR hay varios que creen que Alfonsín puede superar la fuerte confrontación entre Cobos y Carrió, y que hoy divide, casi en partes iguales, el voto de origen radical. Entonces dicen que una candidatura del actual diputado podría sintetizar el pensamiento de ambos, y así la atomización se pueda revertir.

Sin embargo, en el cobismo no se resignan, y si bien siguen la marcha con el plan de retorno al radicalismo, en reserva no son pocos los dirigentes que componen el staff del vicepresidente, que siguen tanteando posibilidades de armados cruzados con el peronista disidente, Francisco De Narváez, y con el titular del Peronismo Federal, Felipe Solá.

Una variable clara del no crecimiento cobista en la geografía radical, se observa en la provincia de Buenos Aires. Julio Cobos, en días del voto no positivo, contaba con el apoyo público de un grupo de intendentes y diputados provinciales reducidos, y esa situación no cambió ni siquiera en una sola incorporación de peso. Algunos dicen que esa situación no está vinculada al liderazgo de Cobos, sino a la interna muy fuerte que existe en el territorio, entre los tres operadores cobistas de más renombre: el intendente de Junín Mario Meoni, el diputado Daniel Katz, y el intendente de Pergamino, Héctor “Cachi” Gutiérrez.

Sin embargo, otros piensan que el estancamiento se debió a que Cobos se pegó a figuras muy polémicas en la UCR, como son el ex ministro delarruista, Federico Storani, y el ex varias veces legislador nacional, Leopoldo Moreau. A esta última hipótesis hubo una respuesta del vicepresidente hace algunos días, cuando reunió a su tropa y les pidió que en el caso de la provincia de Buenos Aires “hablen con todos” y de esa forma rompió el monopolio que hacían de su figura, los caudillos mencionados anteriormente.

Ahora, los cobistas bonaerenses, -que son grupos reducidos-, mantienen líneas de diálogos con el sector renovador, que orientan Alfonsín y el presidente del comité provincial, Daniel Salvador, y por otro lado también con allegados a Moreau y Storani.

Esa jugada de Cobos está directamente vinculada a que no quiere ser parte de una refriega interna de alta dimensión, que tendrá su final el 6 de junio en la provincia de Buenos Aires, cuando la sociedad Moreau – Storani, con las posibles postulaciones de Pedro Azcoiti (storanista) o Eduardo Santín (moroista), diriman la conducción radical con el renovador alfonsinista, Miguel Bazze.

A más de un año de medirse en las urnas, en el panradicalismo miran con atención la definición que hagan en la UCR; pero ante los hechos manifestados, está claro que aún Cobos no despierta la confianza suficiente como para que sus antiguos correligionarios le dejen limpia su candidatura presidencial. A su vez, los socios aristas y socialistas mandaron mensajes públicos de que no compartirán el mismo camino, si el actual vice es el candidato ungido por la fuerza que fundó Leandro N. Alem.

- Por Fabricio Moschettoni, de Impulso Baires


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