Reportergate: en la grabación borrada había fuertes discusiones

lunes, 19 de abril de 2010

El celular del concejal bruerista Enrique Capparelli sonó cerca de las 17 del viernes 9 de abril. Del otro lado de la línea el intendente Pablo Bruera, molesto, le ordenaba devolver de manera urgente a la concejal opositora Teresa Urriza el grabador que 14 días atrás el propio presidente de la Comisión de Planeamiento le había secuestrado. Así lo reconstruyó Diagonales.

El incidente, que enturbió la inminente reforma de Código de Ordenamiento Urbano (página 7), sucedió el viernes 26 de marzo en una de las reuniones de comisión donde se discute la normativa que, entre otras cosas, regula la actividad de la construcción en la Ciudad.

Ese día, luego de que varios especialistas en la materia manifestaran su disconformidad con el proceso que viene llevando adelante el oficialismo en el Concejo Deliberante, el concejal Capparelli tomó de la mesa el grabador con el que Urriza registraba las discusiones.

La propia Urriza manifestó luego, en un memo dirigido al presidente del Concejo, Javier Pacharotti, que los archivos estaban dañados y que por lo tanto no quedaba registro alguno de lo sucedido en la reunión.

Diagonales intentó reconstruir lo sucedido ese día, a través de testimonio de quienes participaron.

Se sabe que estuvieron presentes el decano de la facultad de Arquitectura, Néstor Bono, y los arquitectos Vicente Krause y Enrique Altuna. El primero tuvo un entredicho con el subsecretario de Planeamiento de la Comuna, Daniel Martínez.
Mientras Bono aseguraba que la Universidad no había recibido invitación alguna para trabajar en la reforma del Código, el Ejecutivo -a través de ese funcionario- aseguraba que la institución académica había sido convocada, aunque no formalmente.
Y que en realidad fueron los profesionales los que no quisieron trabajar. Martínez admitió en esa cita que desde el Ejecutivo estuvieron "un poco desprolijos en la convocatoria".

Existieron además críticas muy duras al Instituto creado por el oficialismo para discutir el COU. "No tiene marco legal, ni siquiera se reunía físicamente en un estamento municipal, las reuniones se hacían en una casa particular porque alegaban que Planeamiento no tenía espacio físico para reunirse", comentaron fuentes de la oposición.

Además, representantes del Ejecutivo admitieron allí que el Instituto creado especialmente para el estudio de la nueva normativa trabajó pura y exclusivamente en casco urbano, "el resto lo estudió el Ejecutivo", explicó Martínez.

También se reconoció que el plano de la periferia estaba siendo estudiando por la secretaría de Gestión Pública que encabeza Jorge Campanaro. "Yo no vi el plano, yo no participé", volvió a insistir Martínez días después y ante la presencia de la defensora ciudadana Monserrat Lapalma.

Las declaraciones de Martínez en aquella reunión sorprendieron a la oposición. "Es gravísimo que el subsecretario de Planeamiento desconozca el plano de la periferia. Es inadmisible", explicó a Diagonales el concejal del GEN, Gastón Crespo.

Es que la norma establece conceptos generales aplicables a todo el partido y de alcance general modificando la morfología, la zonificación y el uso del suelo, pero no está representado espacialmente en un documento, entonces es imposible analizar. "Esto significaría una laguna legal no reglada de cómo se determina el uso del suelo", dicen en la oposición. "Todos nuestros asesores nos dicen que es imposible analizar el Código sin el plano", explicaron.

En la grabación dañada también habían quedado registrados algunos contrapuntos durante la participación del arquitecto Altuna, quien reconoció que el proceso de discusión del nuevo código tenía "serías deficiencias".

Puertas cerradas. La decisión de tomar un registro de audio fue un pedido expreso de la oposición ante la decisión de Capparelli de prohibir el ingreso de los periodistas.

"Era una forma de tener un registro fidedigno de lo que sucedía y de garantizar la transparencia. Esto no podía quedar a criterio de quienes salen después de la reunión a hacer declaraciones, sobre todo cuando estamos hablando de una norma madre para la Ciudad", explicó Urriza. Y agregó que "no se trata de pensar mal, era también para evitar una cuestión de subjetividad incluso desde la propia oposición".

Además, por una cuestión de respeto se le preguntaba a cada disertante si permitía que se registre su exposición. "Todos aceptaron, incluso quienes fueron a defender el Código", agregó la concejal.


Fuente: Diagonales

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