Las energías renovables, su impulso y su desarrollo

martes, 19 de abril de 2011

Por Marcelo Lacedonia *

La “adicción” al petróleo y al gas, unida a la falta de inversiones en nuevas exploraciones, a la disminución del horizonte de vida de las reservas y al casi nulo desarrollo de las energías provenientes de fuentes renovables, a pesar del enorme potencial que tiene nuestro territorio, nos ha llevado a la actual situación de crisis energética. Promover las energías renovables no es sólo una forma de aumentar la capacidad del sistema energético, sino más bien una oportunidad y un modelo de desarrollo sustentable, lo cual implica: progreso económico, equidad y responsabilidad social y preservación del medio ambiente.

No se puede comenzar un análisis sobre la cuestión energética en la Argentina sino remarcamos la preocupante dependencia que tenemos de los hidrocarburos. La “adicción” al petróleo y al gas (constituyen el 88 % de la matriz energética), unida a la falta de inversiones en nuevas exploraciones, a la disminución del horizonte de vida de las reservas y al casi nulo desarrollo de las energías provenientes de fuentes renovables, a pesar del enorme potencial que tiene nuestro territorio, nos ha llevado a la actual situación de crisis energética.

La falta de desarrollo de las energías renovables es una muestra cabal de la falta de planificación estratégica y el objetivo del presente trabajo es enfatizar la necesidad de poner en marcha ese desarrollo. Sostienen esa necesidad no solo la escasez de los combustibles fósiles, sino también la urgencia de articular políticas públicas para frenar el deterioro del medioambiente.

La economía argentina seguirá creciendo, gobierne quien gobierne. Con dicho crecimiento la industria demandará cada día más energía y desde el sector se estima que, siguiendo las tendencias actuales de la economía, el país debería incorporar alrededor de 1200 MW de potencia por año, de los cuales 600 MW deberían ser de origen renovable para poder alcanzar las metas fijadas por la legislación.

Las Leyes 25019 y la 26190 constituyen el marco legal que pretende fomentar la generación de energía proveniente de fuentes renovables, en forma genérica, y más específicamente la generación de energía eólica y solar.

La legislación establece un plazo para lograr una diversificación de la matriz y una inserción significativa de las fuentes renovables en la generación energética. Para ello fija como objetivo de mínima que el 8% de la demanda en el año 2016 sea proveniente de fuentes renovables. No obstante el objetivo puede caer en saco roto ya que no se ha previsto penalidad alguna en caso de no alcanzarse los objetivos mínimos.

Además de fijar metas, se ha creado un régimen de incentivos fiscales a través de desgravaciones a las inversiones así como la conformación de un Fondo Fiduciario de Energías Renovables destinado a remunerar por un periodo de 15 años la generación de energía proveniente de fuentes renovables. También debemos mencionar la amortización acelerada del impuesto a las Ganancias y la devolución anticipada del IVA por la compra de bienes de capital. A eso se agrega el reconocimiento de un precio para la energía entregada que cubrirá los costos operativos y una tasa razonable de ganancia que se definirá para cada proyecto.

Factores que impiden el desarrollo

Si tenemos un marco legal que fomenta el desarrollo de las ER, cabe preguntarse ¿por qué la participación de las mismas es casi nula en la matriz energética?

La respuesta pasa por la Falta la decisión política para establecer un sistema de retribución “feed in tariff” a los generadores, con tarifas razonables y garantías a largo plazo.

El despegue definitivo de las energías renovables en Argentina comenzará con la concreción de un marco jurídico-regulatorio acorde con las condiciones establecidas en los países más desarrollados en la materia (Alemania, España, Dinamarca, etc) y el establecimiento de garantías que otorguen seguridad a los inversores para que estos puedan acceder a financiamiento razonable en la comunidad financiera internacional.

Dejando de lado la cuestión puramente técnica, hay una serie de factores que impiden el desarrollo real de las energías renovables en el país:

a) Factores institucionales: No hay una institucionalización de las energías renovables, salvo contadas y destacadas excepciones a nivel provincial.

b) Factores financieros: Tratándose de inversiones muy importantes requieren ser financiadas mediante la modalidad “project-finance”, y en general la banca internacional se muestra reacia a financiar este tipo de proyectos a largo plazo en nuestro país. El argumento es siempre el mismo: la falta de seguridad jurídica. Y desde hace algunos años se escucha decir “no se respetan los contratos”. Dentro de lo que se dio en llamar “Plan GENREN”, la empresa ENARSA convocó a la Licitación Pública Internacional 01/2009 para la provisión de energía a partir de fuentes renovables (1015 MW). Si bien el proceso licitatorio podría considerarse exitoso dada la cantidad de ofertas presentadas, lo cierto es que no deja de llamar poderosamente la atención el hecho de que a la fecha no se hayan concretado un buen número de contratos de abastecimiento.

Creemos que está relacionado con las cuestiones normativas y tarifarias que dificultan la financiación de los proyectos.

c) Factores regulatorios: La Resol. 220/07-SE no es compatible con los proyectos de generación de energías renovables y la Resol. 712/09-SE sólo es aplicable a los contratos MEM surgidos de la Licitación 001/2009 y en los que ENARSA pretenda se celebren (art. 2° Resol. 712/09-SE). Y es aquí donde queremos detenernos un poco.

La Resol. 220 habilita la suscripción de Contratos de Abastecimiento de Energía Eléctrica a 10 años entre el Mercado Mayorista Eléctrico (o lo que es lo mismo, CAMMESA como operador del MEM) y empresas que aporten una nueva oferta de generación de energía, sean participados por el Estado Nacional (ENARSA) o sean autorizados por el señor Ministro de planificación federal. La remuneración mensual de los contratos de abastecimiento será “…calculada en base a la anualidad de los costos de instalación a considerar, y los costos fijos y variables requeridos para la adecuada operación del equipamientos comprometido, de acuerdo a la metodología que se defina en el contrato...” (art. 5 Resol. 220/07-SE), la cual deberá ser aceptada por la Secretaria de Energía y aprobada por el Ministerio de Planificación Federal.

En síntesis, quienes pretendan actuar como generadores de energías renovables en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) deben someterse al procedimiento dispuesto por la Secretaría de Energía de la Nación, la cual revisará los proyectos de inversión respectivos y en última instancia autorizará a la suscripción del contrato de abastecimiento entre el generador y CAMMESA, fijando la tarifa a pagar en cada caso.

Factores positivos para el desarrollo de las ER

La ubicación geográfica de nuestro país nos ha dotado de óptimas condiciones para desarrollar la energía solar en el norte, la eólica en el sur y en el centro, y la biomasa en el centro y este del país. Particularmente, la Patagonia y una buena zona de la provincia de Buenos Aires son consideradas por los expertos como de las mejores a nivel mundial.

Las políticas llevadas a cabo en los diferentes países en relación al fomento de las ER nos enseñan una gran variedad de instrumentos entre los cuales encontramos: subsidios, reducción impositiva, exenciones fiscales, fijación de cuotas obligatorias de producción de energía renovable o políticas directas como el sistema de primas.

En el mundo existen diferentes sistemas de fomento, aunque en primer lugar podemos distinguir entre:

- Cantidad de sistema: La política determina la cantidad de generación deseada y el mercado fija el precio. Este sistema establece la cantidad de energía a generar, y utiliza diferentes mecanismos para determinar quién tiene acceso a la red y como serán pagados. (Sistemas de cuotas)

- Sistema de precios: La política fija el precio y el mercado determina la cantidad de generación. La tarifa para la generación de energía renovable es establecida de manera pública y transparente. En EEUU este sistema comenzó a usarse en California en el año 1978 por medio de las empresas de servicios públicos, las cuales ofrecían contratos normalizados y con precios fijos. En poco tiempo la inversión privada había instalado 1200 MW de energía eólica. (Sistemas FIT)

Sistemas de retribución

El sistema conocido como Feed in tariff (FIT) es el mecanismo por el que se les paga a los productores de energías provenientes de fuentes renovables una tarifa fija garantizada, sin considerar el precio del mercado, o una prima adicional al precio del mercado. Esta tarifa o prima se aplica por un tiempo determinado. El sistema Feed in tariff está siendo aplicado en la mayoría de los Estados Miembros de la UE.

La fijación de una tarifa mínima por parte de la administración (según el tipo de energía, ubicación de la central y tamaño de la misma), la obligación de acceso a las redes a las centrales de generación de energías renovables y la obligación de compra de toda la electricidad que se vuelca al sistema son las notas características del sistema FIT.

Los incentivos fiscales, son muy efectivos en los países donde se aplican impuestos muy altos sobre la energía, y por tanto, la sola exención impositiva tiene la fuerza suficiente para promover la inversión en ER.

Y los sistemas de cuotas obligatorias son aquellos en los que el gobierno establece la obligatoriedad para los generadores de producir un cierto porcentaje de ER. En este caso, verificada la generación por medio de fuentes renovables, se le paga doblemente al productor: Por vender la energía a precio de mercado y por vender los Certificados o bonos obtenidos. El precio de los certificados lo determina el mercado.

Los sistemas sistemas FIT (Feed-in tariff) son los que tienen mayor presencia internacional.

Conclusiones:

La situación energética es muy vulnerable. Si el Estado no planifica una diversificación de la matriz energética la Argentina enfrentará momentos de gran incertidumbre en los próximos años. Con la actual política el país se dirige inexorablemente hacia una fuerte dependencia de combustibles fósiles importados, lo cual pondrá un techo al crecimiento económico y por ende al desarrollo.

Hoy, el balance energético en Argentina nos dice que (excluyendo la energía hidráulica que alcanza el 5 %) la incidencia de las energías provenientes de fuentes renovables representa sólo el 1 % de la energía total. El desafío de cara al futuro es lograr revertir esa situación.

Esta situación puede empeorar en el corto plazo. La política del gobierno ha sido destinar subsidios millonarios para mantener unas tarifas que no reflejan la realidad económica y ambiental del sector energético. Los subsidios para las tarifas de energía tienen efectos perversos: en primer lugar porque beneficia a los sectores que más consumen, es decir, los de mayor poder adquisitivo; Y en segundo lugar porque de esa manera se ha alentado el consumo desmedido, con los consiguientes impactos ambientales negativos.

Los subsidios a los combustibles fósiles son la peor manera de incentivar la promoción de las energías renovables.

Hay que consensuar con todos los sectores un programa energético 2011-2020. Invitar a todas las provincias a que trabajen en la concreción de Planes Provinciales de Energías Renovables para confluir de manera ordenada en el marco de un Programa Nacional que considere no solo la existencia de los recursos, sino también la viabilidad técnica, ambiental y económico-financiera.

Se requiere la implementación de un sistema de retribución que otorgue previsibilidad al inversor (FIT). Si no hay previsibilidad no hay financiación y por ende no hay inversión a largo plazo.

Promover las energías renovables no es sólo una forma de aumentar la capacidad del sistema energético, sino más bien una oportunidad y un modelo de desarrollo sustentable, lo cual implica: progreso económico, equidad y responsabilidad social y preservación del medio ambiente.



* Marcelo Lacedonia es abogado. Fue Presidente de la Federación Universitaria Marplatense, docente de la cátedra de Teoría Constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Delegado Regional del COMFER (Comité Federal de Radiodifusión) entre 1999-2002. Entre 2002 y 2009 residió en España, donde se desempeñó como asesor de ingenierías especializadas en medio ambiente y energías renovables. Miembro del Programa “City Parking in Europe” de la Humboldt University de Berlin sobre movilidad sostenible. Actualmente forma parte del Espacio Generacional Alfonsín 2011 y de los equipos técnicos del Dr. Ricardo Alfonsín, Candidato a Presidente de la Nación por la Unión Cívica Radical.

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