Aborto: ya se debate en la UNLP

jueves, 23 de septiembre de 2010

El debate sobre la despenalización del aborto se inició en la Universidad de La Plata desde la mirada de distintas disciplinas. Acaso con algunas dudas, otras tantas certezas y el reclamo por la necesidad de debatir temas históricamente excluidos de la agenda pública, la reunión de ayer fue la antesala de lo que será el debate, el próximo martes, en el Consejo Superior de la UNLP. Hernán Gómez, decano de Derecho; Edith Pérez, decana de Psicología; Raúl Valente, consejero del Colegio de Médicos distrito I y ginecólogo, y Néstor Artiñano, docente de la facultad de Trabajo Social especialista en temas de género, fueron los especialistas encargados de abrir el debate que se prevé arduo. La mesa estuvo coordinada por Florencia Cremona, titular del seminario Género y Comunicación de la facultad de Periodismo.

La mayoría de los expositores se mostraron de acuerdo con la despenalización del aborto, algunos van por más y refieren a la necesidad de la legalización de la práctica, muchos creen que es necesario atender a la cuestión de la educación, y absolutamente todos celebraron que la Universidad se haga eco del debate que ya está instalado en la sociedad e incluso pueda realizar aportes para el desarrollo de la discusión.

Ante el auditorio, Gómez brindó en detalle lo que establecen las normas de la Constitución, de los códigos Civil y Penal, de pactos y convenciones, que tipifican las situaciones en las que la práctica del aborto es considerada delito, y aquéllas que hacen referencia a la protección de los derechos del niño por nacer. No obstante, el abogado aclaró: “El tema no se agota en lo jurídico y hay que atender otras cuestiones que no son estrictamente penales”.

Una vez aclaradas las cuestiones del derecho que domina, el decano habló desde lo personal: “Tengo algunas dudas sobre los fundamentos del proyecto de ley, referido a la interrupción del embarazo desde la seis semanas”. Y agregó: “Los supuestos que están despenalizados son suficientes para operar como causas de justificación en los casos en los que compromete la vida de la madre o el niño. No me convence –continuó– el tema de la disposición sobre el propio cuerpo de la mujer, porque reconozco que en el embrión hay un plus de futuridad, un proyecto propio y futuro que proteger, que se separa de la entidad de la mujer”. Gómez fue el único panelista que se manifestó en contra de la despenalización del aborto, aunque aquello no lo invalidó para tratar el tema en el Rectorado: “Nuestra opinión es una posibilidad cierta de operar un cambio en la realidad”, indicó.

La experiencia en el consultorio provocó en Valente una mirada que no encontró en los libros de facultad y los propios pacientes le enrostraron en su larga trayectoria como ginecólogo: “La realidad de todos los días marca la inequidad que existe”, dijo. Y agregó: “Estoy convencido de que nadie le puede discutir a una mujer cuándo y cómo traer un hijo al mundo, y no me corresponde a mí saber el orden de sus decisiones, si son de tipo moral, religioso o ético”.

El médico remarcó la necesidad de brindar educación sexual, información “adecuada y oportuna”, “prudencia” en el debate porque “la ley no resuelve los problemas”, y apuntó a la iniciativa: “¿(La norma) es compulsiva? ¿Qué pasaría si el médico se niega (a practicar el aborto) por convicciones morales incluso con una orden judicial de la mujer?”. Y agregó que debieran establecerse “tiempos y requisitos técnicos de instrumental y profesionalismo” para realizar la práctica.

En tanto, Pérez, tal como adelantó a Diagonales, se pronunció a favor de la despenalización; incluso ayer, el Consejo Directivo de la facultad que preside se pronunció a favor del aborto legal, seguro y gratuito. La decana de Psicología expuso: “Sin dudas, los abortos suceden en distintas situaciones socio económicas, lo cual lo otorga más grave en los sectores más desfavorecidos, no sólo por la exposición física y mental. Sabemos que a partir de la interrupción de un embarazo, la mujer debe transitar por el resto de su vida con una carga”.

En coincidencia con el médico, resaltó la necesidad de educar sexualmente en función de las edades y de manera progresiva, “para que la mujer tenga la libertad real de conciencia al momento de tomar decisiones”. Y agregó: “La ley, si fuera sancionada y reglamentada, va a tener que contemplar cómo van a trabajar los equipos de salud y cómo van a acompañar a las mujeres, dado que no es una decisión gratuita en términos psicológicos”.

Por último, la psicóloga abogó por la “finalización de los dobles discursos. Muchos se rasgan las vestiduras para discutir sobre la despenalización del aborto, pero no lo hacen para debatir la prostitución o la explotación sexual infantil”.

En tanto, desde una perspectiva de género, Artiñano enfatizó: “La penalización del aborto así planteado es un castigo diferencial por clase que linda con mujeres pobres, mientras que milita con una salud segura para quienes no son pobres”. Y fue más lejos: “No sólo tiene que haber una despenalización, sino también una legalización del aborto para habilitar a las mujeres que así lo deseen. Apoyo el lema de educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”, culminó.


Fuente: Diagonales

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